viernes, 12 de octubre de 2007

Su cicatriz

Sino fuera por esa cicatriz, nada de esto hubiese pasado. A pesar de parecer algo insulsa por el hecho de no sangrar, esa cicatriz me erizaba los pelos de los brazos y la nuca, era sin comparación, hermosa. Claro que ella no sabia cuanto me gustaba su cicatriz, y no debería saberlo, creería que estoy enfermo, y no lo estoy. Hay gente que se enamora de un par de ojos, o un pelo particular, a mi me enamoro esa cicatriz, a pesar de no sangrar. La observe durante muchos días, entrar, salir, ir y venir, sin que ella me notara. Hasta ayer, en que decidí que no podía dejar que se oculte magnifica belleza. No fue difícil, algunas sogas hicieron que no se mueva, mientras que un pañuelo hizo que no grite. Lentamente mi cuchillo y yo hicimos que saliera a relucir la belleza del viejo crobo, y multiplicamos su hermosura a través de todo su vulnerable cuerpo. Y acá me encuentro, masturbándome en un baño publico, observando como se endurece la sangre en mi remera.